Receta de Garbanzos con pisto y huevo escalfado
Porque deporte, comida sana y tradición siempre han ido de la mano, hoy os presentamos una receta que, a la par que sencillísima y sana, os acercará sabores de tradición, esos sabores “de la abuela” que todos llevamos arraigados en el paladar y que tanto nos gusta recordar de vez en cuando…o todos los días, claro.
Nutricionalmente es un plato bastante equilibrado donde encontraremos una buena fuente de hidratos de carbono, de proteínas, y cómo no de todas esas vitaminas y minerales aportados por unas verduras que además mantendrán el nivel de grasas en su sitio. Sin duda un plato ideal para fortalecernos antes de nuestros agotadores entrenos.
Ingredientes (4 personas)
- 1 cebolla grande
- 2 pimientos verdes (rojos también es válido)
- 1 calabacín
- 4 tomates
- 1 bote de garbanzos
- 4 huevos
- Pimentón dulce
- Aceite de oliva
- Vinagre
- Sal
Elaboración
Comenzaremos poniendo a calentar una sartén con tres cucharadas de aceite; una vez tenga temperatura, añadiremos la cebolla cortada pequeña, y una pizca de sal, y dejaremos que vaya pochando. Pasados unos minutos, iremos añadiendo progresivamente los pimientos verdes, el calabacín y los tomates, cortados del mismo tamaño aproximado de la cebolla, siempre dejando unos 5 minutos de diferencia entre cada verdura que echemos, y añadiendo una pizca de sal por cada añadido de verdura.
Una vez con todo el conjunto en la sartén, añadiremos una cucharadita pequeña de pimentón y dejaremos hacerse unos 10 minutos más, a fuego medio, y añadiremos los garbanzos, removiendo bien, y dejando unos 5 minutos más. En este momento ya tendremos listo el pisto.
Ahora, en una cazuela, pondremos agua abundante a hervir al fuego, y en el momento que esta rompa a hervir, apagaremos el fuego, añadiremos una cucharada de vinagre de vino, y cascaremos los huevos en el agua, taparemos y dejaremos 3 minutos que se hagan hasta que la clara esté blanca. Sacaremos con cuidado y con la ayuda de una espumadera.
Finalmente, emplataremos poniendo el pisto sobre el plato, y en el centro de este dejaremos un hueco para el huevo escalfado. Salpimentaremos y ya podremos comer para ir directos de la receta a la meta.