Receta de Conejo lacado con soja y miel
En esta ocasión os traemos una receta con una carne muy apreciada nutricionalmente como es la carne de conejo. Y es que, esta carne blanca, destaca por ser un alimento con un alto aporte de proteínas de alto valor biológico, lo que lo convierte en una de las opciones más saludables a la hora de ingerir carnes en nuestra dieta.
Es un alimento además muy bajo en grasas y con un mínimo aporte calórico, que sumado a que se trata de una carne muy fácil de digerir, hace de este plato además de sencillo y original, una fuente de bondades nutricionales.
Ingredientes (4 personas)
- 1 conejo troceado
- Salsa de soja
- Miel
- Semillas de sésamo tostado
- Tomate
- Albahaca
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración
En una cazuela amplia o sartén, pondremos unas dos cucharadas de aceite de oliva, que calentaremos. Una vez haya cogido temperatura, marcaremos a fuego fuerte cada trozo de conejo, quedando ligeramente dorado por todos sus lados, pero sin dejar que se haga por completo. Retiraremos de la cazuela y reservaremos.
A continuación, con todos los jugos del conejo depositados en el fondo de la cazuela, verteremos salsa de soja (aproximadamente medio dedo de altura), para desglasar, es decir, para sacar todos los jugos de la carne que han quedado agarrados al fondo. Seguidamente, añadiremos dos cucharadas de miel, y dejaremos que se disuelvan con la temperatura.
En este momento, agregaremos de nuevo el conejo a la cazuela, y a fuego medio fuerte dejaremos que se vaya haciendo el conejo mientras se evapora la salsa. Daremos vuelta a los trozos de conejo una vez hayan pasado unos 4 minutos. Así, hasta que la salsa comience a burbujear demasiado y esta esté comenzando a espesar, que retiraremos del fuego, ya que la carne del conejo habrá quedado impregnada y lacada con el brillo de la salsa, pero todavía jugosa por el centro.
Ahora, para emplatar, pondremos en el fondo del plato un concassé de tomate, es decir, la carne del tomate sin semillas ni piel, que habremos cortado en cubos pequeños y aliñados con sal, albahaca fresca picada y aceite de oliva.
Y finalmente añadiremos las piezas del conejo, y decoraremos con unas semillas de sésamo, para llegar de la receta a la meta.
